Los “vapores de la carrera”

Movimiento de barcos Montevideo – Buenos Aires
Siempre mencionamos, al hablar de los registros de ingresos de pasajeros a la Argentina, que la base de datos del CEMLA, así como los registros de Barcos de Agnelli, solo incluyen los ingresos de inmigrantes vía ultramar. Si el inmigrante desembarcó en otro puerto, como Montevideo, y luego se dirigió vía fluvial hacia Buenos Aires en los vapores de la carrera, no existen datos en esos listados. 1
El transporte fluvial en el Plata
Carlos Beck Bernard, fundador de la colonia San Carlos, Santa Fe, fue el director principal de la Sociedad Colonizadora Suiza Beck y Herzog y considerado como una persona de vasto conocimiento en materia de inmigración y colonización agrícola de la República Argentina. En su libro La Republique Argentine menciona cómo se realizaba el transporte fluvial entre 1860 y 1875 en nuestro país:
El transporte fluvial se efectúa en gran parte por goletas a vela que pertenecen casi todas a navegantes genoveses, pero corre un servicio regular de vapores en los ríos Paraná y Uruguay. Con Montevideo la comunicación a vapor es casi diaria. Ademas, los barcos del Paraguay remontan y bajan el río dos veces por mes en combinación con las llegadas y salidas de los trasatlánticos ingleses y franceses. El Brasil mantiene un servicio regular de vapores que remontan el Paraná hasta el interior de la provincia de Mato Grosso. La ciudad de Buenos Aires posee ya varios ferrocarriles comenzados en dirección oeste, sur y norte.
Cuando todavía no existían los puentes que cruzaban el Río Uruguay, la única forma de cruzarlo era a través de balsas. O bajar hasta el Río de la Plata y tomar en Buenos Aires algunos de los barcos que cruzaban a Colonia.
El cabotaje del Río de la Plata, el Paraná y el Uruguay también ocupa una gran cantidad de barcos de vapor que parten casi a diario en todos los miles de goletas y otras embarcaciones pequeñas con velas constantemente arriba y abajo de los ríos, cargados de bienes extranjeros o productos autóctonos. Casi todos son ordenados y servidos por marineros italianos, especialmente genoveses. Se calcula que en promedio 300 veleros de 60 toneladas cada uno, remontan los ríos cada mes y que bajan en igual número. 2
Vapores a la carrera
Los vapores de la carrera eran embarcaciones que cruzaban el Río de la Plata, uniendo las ciudades de Montevideo y Buenos Aires. No eran catamaranes ni embarcaciones menores, sino que eran barcos que realizaban un recorrido más corto. Los nombres de muchos de estos vapores permanecen en la memoria, el “Ciudad de Buenos Aires”, por ejemplo, tenía 111 metros de eslora (de largo) y llevaba 720 pasajeros a bordo. 3 Detalles sobre los vapores a la carrera y las compañías a las que pertenecían es posible consultar en la web Histamar.
La denominación de la carrera se origina en un dicho popular, ya que se decía que hacían “la carrera” Montevideo – Buenos Aires, un viaje que duraba unas 11 horas. La expresión carrera de los vapores surgió de la competencia de los buques a vapor pertenecientes a distintas compañías. Dura competencia para llegar primero, muchas veces con accidentes y trágicas muertes, por la competencia entre compañias. La carrera de vapores no solo existió en la línea Montevideo – Buenos Aires, también existió la carrera del río Uruguay y la del Paraná. 4